EMPRESAS FAMILIARES. LA ÓPTICA DE LOS TRES SISTEMAS
La empresa número uno de la lista de las Fortune 500 es una empresa familiar: Walmart, fundada por Sam Walton, en 1962, y de la que sus herederos (sus cuatro hijos, más sus tres sobrinos) ahora son los dueños. Al sumar el valor de sus acciones —unos 100 mil millones de dólares— la familia Walton supera por mucho al primer lugar de la lista de billonarios de la revista Forbes.
El caso de Walmart no es aislado. Según los estudiosos en el tema más de 95% de las empresas en México son familiares. Hablamos de las muy grandes —de las 25 más grandes de México que publica la revista Expansión, más de la mitad son familiares— y, en su gran mayoría, de las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
Una definición útil. ¿Qué es una empresa familiar? Las empresas familiares son empresas donde las decisiones son tomadas por los miembros de una familia, los cuales son capaces de ejercer sobre ella una influencia suficiente para controlarla.
Distinguir para entender. Quizá una de las maneras o enfoques más sencillos para entender a la empresa familiar es viéndola desde tres perspectivas diferentes, claramente distinguibles: la perspectiva familiar, la perspectiva de la Dirección y la de la propiedad.
Podíamos afirmar que casi siempre, cuando la empresa inicia, las tres perspectivas o sistemas coinciden en una misma persona: el fundador, quien normalmente es llamado “pater familias” o patriarca. En la compañía éste es el director general, en su acepción de “hombre orquesta” o “Rey Sol”. Éste es el líder de la familia, el dueño de la empresa y, por ello, la cabeza alrededor de ésta, que finalmente es su creación.
Sin embargo, conforme pasa el tiempo y la empresa va creciendo (y el fundador y su familia también) estos tres sistemas evolucionan.
En la familia, los niños se vuelven adolescentes y posteriormente adultos, algunos o algunas se casan, y empiezan a aparecer parientes políticos, los caracteres diferentes a veces se van acentuando y adicionalmente sus necesidades ya no son las mismas porque generalmente van en aumento.
¿Y qué decir de la Dirección? Probablemente la empresa ha crecido, se ha vuelto más compleja y empieza a haber un “equipo de dirección” que puede estar conformado (o no) por familiares. Así que de pronto tenemos una empresa familiar que —como si estuviéramos en un circo tradicional— tiene funciones en tres pistas, a veces bien coordinadas, pero a veces conflictivas.
Son conflictos naturales, propios a todos los grupos humanos (y a las familias), solo que aquí son mayores por las dificultades propias por las que atraviesa la empresa, donde puede haber puntos de vista opuestos o disyuntivos. También se presentan por la natural ambición de querer “poseer” la compañía, es decir, ser en parte dueño de la misma.
Éste es nuestro objeto de estudio, sin duda, interesante. A veces en las escuelas de negocios estudiamos sólo el tema de la Dirección (el management de la empresa) a veces al tocar el tema de gobierno corporativo tratamos el tema de la propiedad y, sólo en cursos especializados, hablamos de la familia.
La relevancia de esto es que cuando los tres sistemas están presentes y no se atienden cuidadosamente, por ejemplo, en la sucesión de la empresa, pueden poner en peligro (incluso de desaparición) a la empresa.
Vamos entonces a dedicar este artículo (y los dos subsecuentes) a tratar estos temas, bajo la perspectiva de los tres “sistemas” siempre presentes en el contexto de una empresa familiar. Estos tres sistemas siempre estarán presentes en las empresas familiares y es muy difícil “separarlos”, si intentamos hacerlo, es con el fin de entender mejor a la empresa.
*Publicado originalmente en El Financiero